Alrededor
de 6.000 personas se emocionaron, vibraron y bailaron en la noche
del sábado con la increíble fuerza y la desgarradora voz en directo
de la granadina ganadora de Operación Triunfo, Rosa López.
Con “Adagio”, un tema que cantó en OT, subió al escenario a las
23.15 horas para deleitar al público durante más de hora y media con
un concierto rico por su puesta en escena y en el que el
protagonismo lo tuvo únicamente la portentosa voz de Rosa.
Con la sencillez que la caracteriza, la cantante afirmó sentirse
muy agusto de estar en Daimiel y no le faltaron palabras para su
compañeros de la Academia, que estuvieron presentes también en
Daimiel por medio de la tecnología, en unos paneles donde se
proyectaba su imagen. Cantó acompañada de Manu Tenorio “Santo santo”
y con David Bisbal “Vivir lo nuestro”. Aclamada durante todo el
concierto por sus incondicionales fans que incluso se desplazaron
desde Astorga, Granada o Galicia, Rosa dejó patente la entrega y la
emoción que se siente al subirse a un escenario cuando una carrera
musical se está empezando a consolidar.
La representante española en Eurovisión presentó temas de su
disco como “A solas con su corazón” y “Caradura”, los más conocidos,
“Hay días”, “Las calles de Granada”, “Solo queda tiempo para amarte”
o “Cantar”, grandes canciones que aún no han sido editadas en
singles. También, fiel a sus raíces de música negra y gospel, cantó
varias canciones en inglés en las que su voz brilló por si sola y
que dejaron boquiabiertos a los presentes como en “I’ve nothing”, “I
say a little prayer for you”, la BSO del Guardaespaldas, “It’s
rainning men” o “El ciclo de la vida” de la BSO de El Rey León.
Rosa supo sobrellevar perfectamente las secuelas de su reciente
faringitis, que se notaban cuando se dirigía al público, y arrancó
desde dentro su bozarrón, aunque en las últimas notas de sus
canciones finales tuvo que bajar un poco los tonos.
El momento más esperado de la noche llegó cuando sonaron los
primeros acordes de “Europe’s living a celebration”, con los que el
público no paró de bailar. Un versión lenta de “Mi música es tu voz”
cerró el concierto de la mejor manera, en un dúo Rosa y público que
creó una complicidad y una esfera intimista en una actuación en la
que la voz de Rosa dejó su impronta.