LA EMOCIÓN. La mirada de Rosa, todo un ejemplo de pasión en el escenario. JOSE BRAZA

AIDA R. AGRASO.   

CÁDIZ. La granadina Rosa cerró ayer el calendario de actuaciones estivales con un concierto en la gaditana playa de la Victoria. La espera, en este caso, no desesperó, y fueron miles de personas -concretamente cien mil, según cálculos de la Policía Municipal- las que se dieron cita en las arenas gaditanas para disfrutar de la actuación de Rosa. La expectación era tal que muchos decidieron viajar desde diferentes puntos de la provincia. Así, había gente llegada desde Sanlúcar , de Jerez, de Chiclana y también de Sevilla.

"He cumplido mi sueño, que era cantar en directo con una banda. Ahora es cuando estoy disfrutando y ya era hora de que volara sola", explicaba Rosa poco antes de comenzar el concierto. La cantante valoraba la gira en solitario que ha emprendido este verano, y comentaba que el público que la ha ido acompañando "ha sido increíble, la gente que apoya pase lo que pase es algo que no se puede explicar con palabras".

Ha sido un año intenso para Rosa, aquella chica que vivía en un pueblo granadino, que cantaba en celebraciones y que, de la noche a la mañana, se convirtió en la ganadora de un experimento musical televisivo que vapuleó todas las previsiones. "Nunca esperé ganar. Siempre pensé que ganarían todos menos yo", indica sobre el programa que le abrió de par en par las puertas de un mundo que, quizá, no deje aún de sorprenderle.

De los conciertos afirma que le sorprende "el apoyo de la gente, la cantidad de equipo que se lleva, el montaje, todo", y asegura con firmeza que no cambiaría o añadiría nada al último año de su vida "porque ha sido maravilloso".

La vorágine veraniega no le deja mucho tiempo para pensar en lo que se avecina, como, por ejemplo, la segunda entrega de Operación Triunfo. "No sé nada; estoy concentrada en esta gira y no acaba hasta el día 13 en Jaén. Todavía tengo que ir a Vélez Málaga, Armilla, Yecla, Murcia. No tengo tiempo ni de pensar en que tengo el segundo disco al ladito".

Sobre qué les diría a los chicos que ocupen su puesto en la Academia, y qué sentirá cuando vuelva a entrar en el edificio que la cobijó durante los meses más trascendentales de su vida, dijo que "no sé, me imagino que sí nos invitarán. Y mi consejo es que trabajen, y mucho...".

Como no hay nada como el ejemplo. Rosa trabajó, y mucho, ayer sobre el escenario instalado frente al Cementerio de San José. Comenzó al filo de las diez y cuarto, con un sencillo: "Buenas noches, Cádiz" y su confesión de que "estoy encantada de estar aquí con vosotros, en la playa de Cádiz, para hacer lo que más me gusta, que es cantar".

La gente, entregada desde antes de que la joven abriera la boca, le gritó desde "guapísima", "maciza" o "tía buena" hasta lemas como "Rosa, bonita, aquí tus lentejitas" o "Rosa de España, eres la caña", e incluso "Rosa de España, Cádiz te acompaña". Prueba de la fascinación que despierta la cantante fue el caso de una joven sanluqueña situada en primera fila, que sufrió una lipotimia y se negó a ser evacuada para no perder su posición de privilegio.

'Ausencia' fue la primera canción, a la que siguieron 'A solas con mi corazón', 'I have nothing', 'Caradura' y otras muchas de su disco y de las que le valieron la fama y la gloria en 'O.T.'.

A la joven granadina, que vestía de blanco y negro, se la vio suelta en el escenario, tan cómoda ante el público como segura y pletórica de facultades, pues en directo también canta como los mismos ángeles, arropada por una banda de ocho músicos y cuatro voces de coro, más que solvente.

Vicente Sánchez, concejal de Juventud y organizador del concierto, estaba que no cabía en sí de satisfacción por el éxito obtenido, después de tanta incertidumbre: "Cien mil personas es una cifra magnífica para un concierto de estas características", declaraba, para confirmar que además del esfuerzo del Ayuntamiento, el acto se celebraba también "gracias al empeño que la propia Rosa ha puesto en venir a Cádiz".

El lleno se extendía también a las azoteas y balcones de los alrededores, que estuvieron repletos de público, mientras el resto de la ciudad se quedaba vacío. La noche, aunque parecía que sería fresca, se mantuvo agradable y apacible, gracias también al calor humano que despedía la música. Rosa fue desgranado su repertorio. El momento culminante llegó cuando, por medio de hologramas, cantó 'Santo Santo', con Manu Tenorio y 'Vivir lo nuestro', con David Bisbal. No faltó la canción de Eurovisión y se pudo ver a los concejales Vivas, Colombo y Castillo marcarse un bailecito al ritmo de 'Europe living a celebration'. Por cierto que al concierto asistió la corporación municipal en pleno.

A las once y media acababa el concierto formalmente, pero aún Rosa ofrecería tres bises, comenzando por 'El ciclo sin fin' , no sin manifestar su impresión por el panorama multitudinario que divisaba desde la escena.

A las doce menos diez, tras proclamar que "no os olvidaré en la vida", Rosa cerraba su actuación con 'A tu lado', coreada por el público, al tiempo que desde el mar comenzaba la gran traca de fuegos artificiales. Terminaba así, con emoción compartida, la gran noche en que Rosa cantó al fin en Cádiz, gratis , para una ciudad volcada también hacia su voz.

         © Copyright Federico Joly y Cía, S.A.
Calle Ceballos, 1. 11003 Cádiz (España). Nº 1530