- Un nuevo concierto, una nueva "parada". Ahora toca Canarias, más concretamente La Palma. ¿Cómo se encuentra de fuerzas y ánimos tras la larga gira y qué pueden esperar las personas que acudan a su actuación en Tazacorte?

- Estoy un poco cansada porque todo ha sido muy rápido y muy seguido. Primero fue el programa "Operación Triunfo", luego el disco con la promoción y, ahora, la gira. Cantar en directo con una banda, como lo estoy haciendo ahora, era mi verdadero sueño. Son muchos conciertos y muy seguidos porque hay semanas en las que canto hasta seis de siete días. Eso sí, sin el público no sería nadie. Es muy difícil poder explicarlo, pero cuando te subes al escenario y ves a toda esa gente entregada, que va al concierto para verte, sientes lo más grande del mundo. No tengo palabras para poder explicarlo.

- Inmersa plenamente en la fama tras su participación en "Operación Triunfo", ¿vive como un día lo llegó a soñar o el agobio altera las ilusiones?

- Esto es mucho más duro de lo que nadie se pueda imaginar. La verdad es que se ve mucho más bonito desde fuera que cuando estás dentro, chiquillo. Es un poco agobiante. Lo único que hago es cantar, dormir y comer. Hay veces en las que realmente me sorprendo porque cuando me quiero dar cuenta ya es de noche y tengo que volver a cantar. Lo que me da un poco de pena es no poder salir a la calle como antes hacía en mi pueblo.

"No pienso en el futuro"

- ¿Teme que el declive o la estabilidad que normalmente llega para todo artista en un mercado tan competitivo como el musical pueda resultar tan pronunciado como está siendo su meteórico lanzamiento?

- No. No pienso en el futuro, no tengo ni tiempo. Estoy centrada en mi gira que acaba el día 13 de octubre en Jaén y con eso tengo suficiente. Luego voy a grabar otro disco. No puedo mirar más alla de las Navidades porque me da pánico.

- Dígame un secreto. Sobre el escenario, cuando está actuando, ¿tiene tiempo para observar las caras de los espectadores y, si es así, qué descubre en sus miradas?