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Viernes, 18 de junio de 2004.
CONCIERTO
«Una Rosa y tres mil pétalos»
«Como está mi Granadaaa? Parece mentira que esté aquí». Así se presentaba Rosa a su público, ya que ayer más que nunca era 'su público' el que asistía a su concierto. Con el Corpus tan reciente -cita a la que por fin pudo acudir Rosa tras tres largos años de ausencia-, junto a la cercanía de la selectividad y los exámenes universitarios, los ánimos, y sobre todo el bolsillo, no estaba para mucho concierto, por lo que sólo unas tres mil personas decidieron arropar a Rosa en el regreso a su tierra.
Pero los huecos en el Palacio de los Deportes no ensombrecieron en absoluto un concierto en el que Rosa, la 'Rosa de España', se volcó y de que manera. Estaba nerviosa, incluso se dejó las gafas puestas al bajar las escaleras que conducian al escenario -aunque con un rápido movimiento se las quitó sin que nadie pudiese adivinar dónde habían ido a parar-, pero ese 'chorro' de voz
que la caracteriza no la abandonó en ningún momento a pesar de su aparente ronquera que parecía acompañarla cuando se dirigía al publico.
Desde la primera canción, Don´t stop the music baby' incluida en su último trabajo 'Ahora', no paró quieta en el escenario ni un solo instante. Parece que haya olvidado esa timidez que siempre la acompañaba y anoche se movía entre sus dos bailarines como pez en el agua. Se nota que desde sus comienzos esta chica ha aprendido mucho.
Las calles de Granada
Enfundada en unos ajustados vaqueros y una camisa de gasa transparente de color negro, Rosa hizo saltar, bailar y cantar a todos
sus fans. Su incondicional público se entrego desde la primera canción, pero el delirio vendría con una melodía dedicada a su tierra: «Qué hay mejor que pasear 'Por las calles de Granada '», preguntó a los miles de jóvenes que la acompañaban.
Tras este 'recorrido' musical por la ciudad, Rosa ya se sentía en casa. Tenía a sus pies a su gente -que no paraba de lanzarle flores y algún peluche-, y a su padre, quien no paró de hablar con el público desde el foso, el lugar privilegiado que había escogido para seguir las canciones de su hija.
Numerosas camisetas y globos con el retrato de la joven 'triunfita' inundaban el Palacio de los Deportes, y alguna que otra pancarta recordaba a la granadina el fervor que le profesan en su tierra: «Rosa, eres un ángel caído del cielo», «guapa, te queremos» o «Rosa, eres la más guapa».
Muchas versiones
Rosa se dejaba la piel, y la voz, en todas las canciones. Sabe como nadie adaptarse a todos los estilos, desde el dance, la balada, el funk o el pop, pero donde realmente se pudo ver ese espectacular timbre que posee la joven fue en las numerosas versiones de
'soul' y 'rythm & blues' que incluyó en el repertorio que ofreció anoche.
El inglés lo domina a la perfección, al menos en el escenario, y así lo demostró versionando a su admirada Aretha Franklin y su
famoso éxito de los sesenta 'I say a little prayer'.
 DELIRIO. Los fans enloquecieron cuando Rosa pisó el escenario. / JUAN ORTIZ
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Por supuesto, no quiso olvidar a aquellos que en su día le dieron la oportunidad de llegar donde ha llegado. Emocionada, quiso recordar su paso por la academia de Operación Triunfo, a la que rindió homenaje con un popurrí de las mejores canciones que allí
interpretó y que la convirtieron en ganadora, algo que el público agradeció al grito de «campeona, campeona».
La famosa banda sonora de la película 'Ghost' -'Unchained melody'-; ' I have nothing', de Whitney Houston; o 'Ausencia' -la canción resultante de poner letra al famoso adagio de Albinoni- llenaron el Palacio de bengalas y mecheros que acompañaron a Rosa durante estas románticas canciones.
Una falsa alarma
Tras tres cuartos de hora de concierto, Rosa comenzó a presentar a los integrantes de su banda. El público, pensando que aquello iba llegando a su fin, se empezó a levantar de sus asientos. Tras desaparecer Rosa del escenario, sorprendentemente, las dos chicas del coro interpretaron ellas solas una canción.
Pero era una falsa alarma y para suerte de los que decidieron quedarse, la granadina volvió al escenario. Aún quedaban sus canciones favoritas: 'I will go with you', de Donna Summer - interpretaba mitad en inglés y mitad en italiano-, o 'Hot stuff, la canción que puso banda sonora a 'Full Monty' y con cuyo baile Rosa, acompañada de sus dos bailarines, subieron la temperatura
del pabellón.
Luego llegarían más éxitos de su último trabajo 'Ahora' y del primero, que bautizó con su nombre.
Pero sin duda todo el mundo esperaba una canción. Obviamente la dejó para el final. No le valió para ganar Eurovisión, pero 'Europe´s living a celebration' sí sirvió para despedir un concierto en el que todos los allí presente, y Rosa la primera, se volcaron al máximo.
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