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El numeroso público que asistió al concierto de Rosa se entusiasmó durante la actuación de la cantante / Moisés Copa
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EIVISSA. JOSÉ MANUEL PIÑA
La cantante despliega su chorro de voz en Eivissa ante 4.000 personas en el acto principal de la celebración del 25 aniversario del Consell Insular o El equipo de gobierno de la institución acudió en masa a la fiesta de la artista andaluza
El espíritu de artistas tan importantes como Aretha Franklin, The Beatles, Whitney Houston y Righteous Brothers aleteó ayer en el recinto ferial en la voz de Rosa, estrella de una gala con la que el Consell Insula celebraba su 25 aniversario. Unas cuatro mil personas, algunas llegadas en autobús desde otras zonas de la isla y otras en barco especialmente fletado para la ocasión desde Formentera, disfrutaron de la actuación de la granadina, que se entregó a fondo para seducir al público pitiuso con su potente chorro de voz. Entre los asistentes, el equipo de gobierno del Consell al completo con la única excepción de Joan Marí Tur, pero reforzado por el diputado Enrique Fajarnés. Ningún representante de la oposición se dejó ver por el recinto. El resto estaba formado por gente de todas las edades, pero sobre todo por mucha adolescencia, que siguió con entusiasmo un concierto en el que la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo alternó las canciones de su repertorio particular con sus no menos personales versiones de éxitos de los artistas arriba mencionados e incluso una versión del famoso `Adagio´ de Albinoni, que Rosa cantó sin ninguna duda de forma muy distinta a como concibió su autor. Tras la presentación de Dani Becerra, una solvente banda dirigida por Jordi Badia y enriquecida por dos coristas y dos bailarines abrió el espectáculo con las primeras notas de `Don´t stop the music´. Rosa apareció entonces en escena gritando "¡Tela marinera!" y con su uniforme de artista: camiseta y pantalón negros y el pelo recogido en una coleta. Cantó de una forma que permite entender por qué tuvo problemas con la voz al poco de iniciar su gira anterior. Esos problemas siguen notándose, pero sólo cuando se dirige al público para manifestarle con conmovedora sinceridad su agradecimiento por el apoyo que le ha brindado desde sus comienzos. Cuando canta, su voz recupera la fuerza y tonalidades que la convirtieron en figura de la música española cuando era aún una desconocida. Tiene unas facultades que le permitirían cantar góspel y que la hacen brillar con más fuerza cuando canta los temas de sus ídolos -homenaje especial a Donna Summer, que ella califica de "humilde"- que cuando interpreta las canciones de sus dos discos, que a menudo se le quedan pequeñas. El inevitable `Europe is living a celebration´, que ella debe odiar cordialmente pero que el público le pidió con insistencia, cerró el espectáculo.
Copyright © 2004 Editorial Prensa Ibérica "Diario de Ibiza".
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